Los acostumbrados ‘comités’ y extensos consejos de Gobierno convocados por el Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, no se reflejan en la gestión del mandatario en asuntos claves para los ciudadanos.

Uno de esos temas se relaciona con el sector de la salud y en particular en la crítica situación por la que atraviesan los hospitales.

Las cifras indican que, de manera sistemática, las EPS le incumplen a los hospitales en los giros directos que efectivamente deben realizar.

Estos giros han venido en disminución, poniendo en riesgo el funcionamiento de los hospitales. La situación más crítica se registra con la ESE Cari de Alta Complejidad y el Hospital Departamental de Sabanalarga, que literalmente se encuentran al borde del cierre.

Pese a ello, no existe una estrategia, por parte del Gobernador Verano De la Rosa, en su condición de presidente de las juntas directivas de las instituciones, para exigirle a las EPS el cumplimiento financiero con los hospitales.

Menos aún existen estrategias ante el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud, para poner en cintura a las EPS.

Otro hecho, que resulta paradójico, es que mientras la gente del sur del Atlántico aún sigue esperando la tan anhelada recuperación, tras la gigante inundación que se produjo el 30 de noviembre de 2010, el Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, fue el primero en anunciar su viaje a extenderle su solidaridad a los afectados por la avalancha causada por tres ríos en Mocoa.

Pese a que se trata de una noble intención, lo que resulta contradictorio es que Verano De la Rosa no tuvo la misma celeridad con los miles de atlanticenses damnificados por el boquete que originó la gran inundación del cono sur del Atlántico.

Esta emergencia, quizás la más grande en la historia del departamento, se registró, precisamente, cuando Verano De la Rosa también fungía como Gobernador 2010.

Pese a que a través de la Oficina de Prevención se han dado pasos importantes en la materia, se requiere de un contundente apoyo del mandatario departamental con el propósito de canalizar los apoyos necesarios ante las diferentes autoridades nacional.

De la misma manera, resulta contradictoria la posición asumida por la Secretaria de Infraestructura, Mercedes Irina Muñoz Aragón, dedicada a cuestionar obras nacionales cuando su dependencia no muestra gestión alguna.

Los hechos indican que se necesita una mayor eficacia en la gestión del Gobernador, para así poder atender las necesidades de los atlanticenses.

Con sorna, los atlanticenses señalan que mientras que la administración del Alcalde Alex Char viaja a la velocidad de un jet, la de Eduardo Verano avanza a ritmo de tortuga de dos patas.